A menudo, lo primero que hacemos cuando nos ponemos frente a una pantalla es revisar el correo. Echaremos un vistazo rápido a la bandeja de entrada y contestaremos a los más importantes. De esta manera, utilizamos el correo para todo, para recibir las notificaciones de redes sociales hasta para hacer un seguimiento de las compras online que hemos hecho. También hay quien lo utiliza para trabajar, pero la seguridad de un e-mail personal podría no estar a la altura.

Teniendo en cuenta el uso que le damos a este servicio, ya sea en casa, en la oficina o de camino a cualquier lugar, resulta imprescindible tomar las medidas adecuadas para mantenerlo seguro. No te preocupes si no sabes por dónde empezar, los pasos que veremos a continuación son un buen inicio y muy sencillos de poner en práctica.

Revisa cada correo con cautela

La mayoría de servicios de correo electrónico tienen una carpeta para el no deseado que no para de llenarse. Determinados e-mails serán enviados automáticamente a esta carpeta para conservar la seguridad del usuario, sin embargo, hay correos que burlan este filtro, lo cual te obliga a ser prudente cada vez que revises tu e-mail.

Fraudes con el phishing

Estafadores y hackers envían correos phishing para acceder a los datos personales de sus víctimas. Una de las estrategias favoritas de ellos es la de hacerse pasar por el banco de sus víctimas. Muchas veces lo consiguen, debido a la similitud entre el correo phishing y el auténtico.

Los hackers se presentan como tu banco, utilizando el logo de la entidad en la cabecera del correo. En el contenido, te pedirán que sigas unas instrucciones y casi siempre van encaminadas a que termines pinchando sobre un enlace.

Para no caer en la trampa, revisa bien el remitente, pregúntate ¿se trata de un e-mail que realmente ha sido enviado por tu entidad bancaria? Si dudas o te resulta extraño, mándalo a la carpeta de spam. También puedes asegurarte de ello contactando con tu banco para saber si el correo lo han enviado ellos.

Enlaces sospechosos

Los correos phishing contienen, casi siempre, un enlace. Encontrarás algunos que se hacen pasar por tu banco y te dicen que debes actualizar la contraseña para acceder a tu cuenta pinchando sobre un link. También los hay que te informan que has ganado un cheque de Amazon, y para acceder a él deberás hacer click sobre un enlace. Como ves, siempre siguen el mismo patrón: los estafadores buscan que pinches sobre un enlace.

Aparentemente, el link puede parecer normal, pero si sitúas el cursor encima del enlace, podrás comprobar que la web de destino no es la que esperabas. Por eso no hay que pinchar en el contenido de los correos nada más abrirlos, sino revisar bien los enlaces que contienen. Si la web de destino no es la que pone en el propio correo, no pinches en ella. Márcala como spam y envíala a esa carpeta.

Archivos adjuntos extraños

Los e-mails son uno de los mejores inventos a la hora de compartir documentos con otras personas. A menudo, los archivos que contienen son del trabajo, pero también es probable que a menudo recibas correos de confirmación de pedidos de compras online que hayas hecho.

Se han encontrado casos en los que estos adjuntos se presentan como cartas de tu banco o un extracto de pedidos online que nunca se han realizado. Es posible que el primer reflejo sea pinchar en él para saber de qué se trata exactamente, pero si lo haces es posible que estés descargando un virus oculto en ese documento.

Echa un vistazo al ejemplo que ponemos a continuación. Se trata de una estafa muy común. En él se anuncia que, como usuario de Google, el destinatario del correo ha ganado un premio. Para recibirlo, lo único que debe hacer el usuario es abrir el archivo adjunto. Sin embargo, ese archivo podría infectar el ordenador y proporcionar información privada de la víctima a hackers y estafadores.

En el caso de que hayas recibido un e-mail que levante tus sospechas, puedes hacer una breve búsqueda en Internet para saber qué dicen los foros al respecto. Es posible que en estas páginas encuentres las últimas estafas online, así como información sobre qué hacer en caso de que hayas descargado el archivo adjunto en tu dispositivo o que hayas pinchado sobre un enlace malicioso.

Es recomendable que revises el remitente antes de abrir cualquier archivo adjunto. Si aun así sospechas, ¡no lo descargues!

Es recomendable que revises el remitente antes de abrir cualquier archivo adjunto. Si aun así sospechas, ¡no lo descargues!

 

Inspecciona tus correos

Algunos servicios de correo electrónico inspeccionan los e-mails que te llegan, y marcan aquellos que provienen de fuentes desconocidas. Esto es algo que incorporan estas plataformas para mayor protección, pero no suele ser suficiente. Para reforzar tu seguridad, prueba a instalar un anti-virus que se encargue de revisar todo lo que llega a tu bandeja de entrada.

Hay anti-virus que se instalan tanto en el ordenador como en el smartphone y que tienen la opción de escanear los correos electrónicos que te llegan antes de que los abras. Se encargan de comprobar los enlaces y los archivos adjuntos para asegurarse de que no suponen un riesgo para el usuario. También marcan los e-mails sospechosos para que el usuario decida qué hacer con ellos.

Separa tus correos

Muchas personas cometen el error de usar la misma cuenta de correo electrónico para todo. En muchos casos, se actúa así para ahorrar tiempo, o para loguearse solo en un sitio. En lo que respecta a la tecnología, tendemos a ser vagos y hacemos cosas como guardar contraseñas en el navegador o activar la opción de loguearse automáticamente para facilitarnos la vida.

Sin embargo, que todos tus correos lleguen a la misma cuenta es como poner todos los huevos en la misma cesta. Puede que no sea el fin del mundo, pero en caso de que un hacker acceda a esa cuenta, tendrá acceso a toda tu información personal y laboral, así como a tus compras online, o a las cuentas de tus redes sociales. Tendrán acceso a todo desde un único sitio.

Por ello, es recomendable tener diferentes correos para distintos fines. Hay muchos servicios desde los cuales puedes abrir gratis una cuenta de e-mail. De esta manera, podrás tener una para tus compras online, otra para las notificaciones y el registro en redes sociales, y una última para asuntos laborales.

Así, si hackean una de tus cuentas de correo electrónico, el resto se mantendrá segura, eso sí, siempre y cuando no utilices la misma contraseña en todas ellas. Es cierto, es un fastidio tener que loguearte en cada una de ellas, así es como estarán a salvo tus datos, y eso es lo más importante.

Crea contraseñas únicas

Hay quien entra en pánico cuando se trata de contraseñas. Surge la ansiedad de tener que recordarlas todas, y por ello es habitual que la mayoría de ellas sean muy sencillas, o se apunten en un papel para tenerla en mano en caso de que la memoria falle.

De cualquier manera, tener una contraseña corta es una manera de dar vía libre a los hackers, dado que les permitirá entrar a tu correo por el método de la fuerza bruta. Hay programas diseñados para probar claves y distintas combinaciones para entrar en una cuenta, y lo hacen de forma muy rápida.

Cuanto más larga sea tu contraseña, más difícil será averiguarla. En teoría, esto quiere decir que podrías usar una frase como contraseña, y puedes complicar aún más la clave si le añades letras y símbolos.

Si te gusta el café, encontrarás un ejemplo que te gustará en el artículo “Claves para crear una contraseña segura. La contraseña “coffee” es muy fácil de adivinar, y aunque “c0ff33” es un poco más segura, aún no es muy buena dado que la sustitución de símbolos es bastante predecible.

Si conviertes tu clave en una frase, que sea muy personal para ti, entonces será segura y fácil de recordar. Por ejemplo, si la frase fuera «I take my coffee with two sugars, and I like to add just a dash of milk», podrías coger la primera letra de cada palabra y añadir algunos caracteres para obtener este resultado: «Itmcw2s,aIltaja-om». Desde fuera, esta clave parece un batiburrillo de letras, pero en realidad significan algo y eso es lo que la convierte en una clave segura.

Hay muchas páginas web que comprueban cuán segura es tu contraseña, por lo que desde ellas puedes comprobar si necesitas cambiar tu clave cuanto antes.

Crear una contraseña segura para tu cuenta de correo electrónico dificulta el trabajo de los hackers, puesto que necesitarán bastante tiempo para entrar en ella usando el método de la fuerza bruta.

Crear una contraseña segura para tu cuenta de correo electrónico dificulta el trabajo de los hackers, puesto que necesitarán bastante tiempo para entrar en ella usando el método de la fuerza bruta.

 

Cuidado con dónde revisas tu correo

El lugar en el que compruebas tu bandeja de entrada también importa. Muchos de nosotros hemos adquirido el hábito de revisar los correos mientras estamos de camino a un sitio. Usamos los datos del móvil para saber si hemos recibido alguna notificación importante, o puede que en vez de eso, nos conectemos a una red pública Wi-Fi para ahorrar datos de Internet para otras cosas.

Las redes Wi-Fi públicas no son seguras, aunque puedan parecerlo. La pista ya nos la proporciona su propio nombre: pública. Dicho de otra manera, cualquiera puede acceder a lo que estamos viendo. Entonces, ¿cómo protegernos en una red Wi-Fi pública?

Para empezar, asegúrate de que la red a la que te vas a conectar es segura. Los hackers saben cómo abrir una red y darle el nombre de un establecimiento para que los clientes se conecten pensando de que se trata de la red legítima. Si no tienes la certeza de que así es, pregúntalo al personal de la tienda antes de conectarte a esa red.

Las redes privadas virtuales (VPNs) también son una buena opción. Tendrás que pagar para usar la mayoría de ellas, pero lo cierto es que lo merecen. Dan seguridad en los accesos en remoto, y por ello protegen tus datos.

Resulta conveniente saber que tu proveedor de Internet y cualquier red Wi-Fi a la cual te conectes, tendrá acceso a determinada información tuya, por ejemplo: tu localización, el historial del navegador, datos bancarios o relativos a tu salud que hayas introducido en tu dispositivo… Por eso, una buena medida preventiva consiste en revisar bien las redes a la que nos vamos a conectar.

En realidad, la clave para mantener tu cuenta de correo electrónico segura está en que la revises en casa. Y aunque hay casos en los que nos llegan correos urgentes, trata de revisar solo estos con tus datos de Internet del móvil, y deja el resto para cuando llegues a casa.

La seguridad de tu correo electrónico

Las medidas que hemos visto son las más sencillas a la hora de mantener la seguridad de una cuenta de correo electrónico, sin embargo, a menudo las pasamos por alto. En algunos casos, puede ser que no sepamos muy bien cómo proceder, pero lo cierto es que la mayoría de veces nos vence la pereza. Y lo peor, no queremos llevar a cabo todos estos pasos para que luego llegue alguien y entre en nuestros correos.

Llevando a cabo todas estas medidas protegerás tu información, pero puedes ir más allá y echar un vistazo a los proveedores de correos electrónicos más seguros para añadir una capa de seguridad extra a los e-mails que te envían. Al fin y al cabo, ¡se trata de que tus correos personales sigan siendo personales![:]